martes, 8 de marzo de 2022

Prólogo

 El sexo es un tema que en mayor o menor medida interesa a todo el mundo, pero concierne absolutamente a todos porque la energía sexual nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte y es eje de nuestro desarrollo, con influencia en todos los aspectos de la vida. La polémica y controversia que existe en torno a la sexualidad desde que tenemos consciencia, recuerdo o datos históricos, debe cesar en nombre de una verdadera civilización en la que la energía sexual ya no sea manipulada por conveniencias religiosas o políticas. No tiene sentido que en la “era de la información” haya tanta desinformación, contradicciones y polémicas en torno a la sexualidad y ya es momento de superar el pánico a las tendencias, corrientes, perspectivas o ideologías de género que, entre otros asuntos, defienden el derecho a la educación sexual clara, veraz y a tiempo como la mejor alternativa para combatir todas las problemáticas derivadas de la ignorancia al respecto.

Estamos tan mal en la materia que es imperativo implementar educación sexual obligatoria, protegerla de fuerzas adversas y fortalecerla sobre una sólida fundamentación de valores, para poder sortear la resistencia al cambio y la dificultad para expandir la mente y aceptar que hay otra forma de ver las cosas, distinta a lo acostumbrado. La educación de los hijos es un acto tan sagrado, que requiere cambio de paradigma y de crecimiento personal para poder sanar a la humanidad y ayudar a la evolución del planeta, y la educación sexual debe trascender sobre los factores culturales locales porque, tal como quedó expresado en la introducción de uno de los títulos del libro Orientación sexual desde el hogar y la escuela de Rocío Cartagena Garcés: “Ajenos a lo regional y/o cultural que interpreta los comportamientos humanos según sus tradiciones ancestrales y su cultura, están los procesos biológicos del desarrollo humano que, sin reconocer las barreras de la tradición y la cultura, cumplirán su cometido con o sin la luz del conocimiento”.

La energía sexual ha cumplido con su cometido, al margen de las controversias y las discusiones estériles, hasta el punto incluso de sobrepoblar sin control el planeta, en medio de tragedias personales y calamidades comunitarias producto de las reiteradas negligencias tanto de la familia como de los gobiernos nacionales en materia de educación en este campo y por eso la tarea pendiente de brindar educación sexual en forma integral debe ser ejecutada a cabalidad.

La obra académica de la educadora Rocío Cartagena Garcés, la serie “Vida Sexual con Valores”, se gestó por el deseo de solucionar la carencia de material para el ciclo académico completo desde el preescolar hasta el término de la enseñanza media de conformidad con la legislación respectiva que, a partir de 1993, dio el carácter de obligatoria a esta materia en Colombia. Este deseo generó curiosidad de conocer sobre la realidad en el vecindario hispanoamericano y con sorpresa se pudo constatar que Colombia está bien en legislación, pero no ha sido eficiente al aplicarla para poder obtener los resultados esperados. Se pudo concluir, además, que los contenidos de la obra son de carácter universal, lo cual permite aplicarla en el mundo entero para apoyar las diversas realidades en esta área, con la ventaja de que no se vislumbra en el horizonte la posibilidad de que dicha obra pierda vigencia y se vuelva caduca, especialmente porque está centrada en torno a la fundamentación de VALORES.

Toda polémica dentro de círculos sociales de distintos lugares del mundo debida a la contradicción de posturas respecto de impartir o no educación sexual, incluidos los círculos parlamentarios, aviva la necesidad de poner en práctica las recomendaciones de autoridades en este campo. Las noticias recopiladas y analizadas en este libro dan cuenta de la polémica y de los matices en la educación sexual en el mundo, manteniendo eje en el hecho de que el aspecto del que más depende el futuro de la humanidad es su política educativa y dentro de esta la educación sexual, que se debe vincular con la fundamentación de valores y reforzar con el apoyo de diversos profesionales de las áreas relacionadas porque no se puede exigir que los docentes sean expertos pedagogos, psicólogos y médicos en temas complejos de abordar sin la debida capacitación para enfrentar las diversas situaciones en la familia, en las comunidades y en las naciones.

Así como no se puede esperar que una buena nutrición sea promovida por las industrias de alimentos, y no se puede gozar una buena salud en manos de la industria farmacéutica cuando ni siquiera es posible confiarla a los médicos, tampoco se puede confiar en una educación sesgada que omite verdades del tamaño del universo. Y después de recibir todo el aprendizaje necesario, solamente se puede confiar en sí mismos, atendiendo sabiamente las respuestas y mensajes del cuerpo porque finalmente nadie se conoce más que uno mismo. Hay que dejar aflorar el verdadero deseo del alma, la sabiduría latente y así la propia verdad comenzará a hacerse manifiesta y a guiarnos sin todo el ruido, la mentira y la confusión que nos bombardea desde el exterior.

Es importante, necesario y urgente priorizar todas las estrategias tendientes a elevar la “energía sexual” al nivel de desarrollo que cínicamente creemos que hemos logrado como humanos, porque incluso la gran diversidad de manifestaciones religiosas, culturales y sociales, demuestran que no hay algún grado de homogeneidad que permita validar el supuesto grado de civilización alcanzado. Los países nórdicos que apostaron fuertemente por el factor educación han potenciado significativamente su progreso, mientras que los países subdesarrollados evidencian precisamente el efecto del descuido de este factor. Algo contundente y global se debe hacer con un ejemplo tan claro como ese.

No se trata de subestimar las doctrinas religiosas ni de satanizar las directrices de los Estados, tampoco de imponer un fanatismo religioso ni un adoctrinamiento civil estatal partidista, sino de estimular y potenciar la sabiduría de los niños, niñas y adolescentes que muy pronto serán adultos y querrán ser autosuficientes, lograr sus proyectos de vida incluyendo el ámbito profesional, ejerciendo autonomía bien alineada con el libre desarrollo de su personalidad, lo cual debe incluir el aprendizaje del respeto, la autoestima, el diálogo y la responsabilidad, entre otros, valores sobre los que descansa la salud de la convivencia en familia y en sociedad, lo que no se logra privilegiando exclusivamente la tradicional avalancha de conocimientos sin refuerzo de valores.

La invitación es entonces a revisar en modo reflexivo lo que se ha vivido, sufrido y avanzado en materia de educación sexual en diversos lugares del planeta, extraer las más sabias y productivas conclusiones, y enfocar esfuerzos efectivos dirigidos a solucionar todas las falencias históricas de manera tal que se pueda, a partir de una genuina práctica de valores, enderezar el rumbo y, más que un lugar civilizado o más que una tierra prometida, hacer del mundo un lugar indudablemente digno y verdaderamente adecuado para vivir. Que la educación sexual es un componente fundamental para la salud y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, es algo que está muy bien documentado, y aunque esto aún no sirve para transformar positivamente la vida de las personas en muchos países, pocas excusas van quedando por esgrimir aparte de todas las que están identificadas y consignadas en este libro.

Indice

Prólogo

Unos sí, otros no, algunos en camino. 11

Ojos puestos sobre el problema de la pornografía. 15

La existencia de una agenda pro pedofilia en el mundo. 17

Cuando el hogar es el lugar más peligroso para la niñez. 19

El surgimiento de videos sexuales hechos por niños. 21

La ignorancia sexual traducida en pobreza económica. 23

Motivar a los docentes primero que a los alumnos. 25

Hispanoamérica. 27

A favor de los padres o a favor del Estado. 29

El concepto del pin parental 31

Guerras jurídicas y falsedades. 35

Argentina. 37

Entre pañuelos verdes y pañuelos celestes. 39

La doble moral de los círculos religiosos. 41

El ocaso del imperio de la heterosexualidad. 43

Asexualidad y grisexualidad. 45

Brasil 49

El kit gay y una ley para legalizar la pedofilia. 51

Chile. 53

La vida sexual desde el adoctrinamiento. 55

Más vale tarde que nunca. 57

El sexo es verdaderamente seguro cuando no se ejerce. 59

Colombia. 61

Escuelas obligatorias de padres y madres de familia. 63

Violencia sexual contra la población más vulnerable. 65

La cárcel en los aprendizajes sobre el aborto. 67

Al amparo de la tradición, los tabúes y la religión. 69

España. 71

Momento, lugar y motivos para iniciar 73

A falta de adultos, enhorabuena jóvenes. 77

Aprendizaje en manos de la Internet 79

La educación sí es lo primero. 81

La pornografía es solamente ficción. 85

La masturbación: perjuicio, beneficio o pecado. 87

Los valores en el centro del huracán. 89

Ni ogros ni princesas. 91

México. 93

El parlamento joven. 95

Panamá. 97

Omisión de la política e intromisión de la religión. 99

Uruguay. 101

Derechos de los padres en la educación sexual 103

América anglosajona. 107

La educación sexual integral sería ineficaz y dañina (Estados Unidos) 109

Cuando la tolerancia no es suficiente (Canadá) 111

Europa. 113

Cárcel para los opositores a la educación sexual (Alemania) 115

La importancia de los consensos (Gales) 117

La Tierra es hembra y el planeta es macho (Polonia) 119

De las aguas mansas líbranos señor (Holanda) 123

África. 125

Hay que leerlo para tristemente creerlo (Zimbabue) 127

Educación para frenar la violencia sexual (Sudáfrica) 129

Oceanía. 131

Pornografía, comunidades LGTBI y prostitución (Nueva Zelanda) 133

Asia. 135

La criminalización de la homosexualidad (Uzbekistán) 137

La nueva moda de proteger a los hijos (China) 139

Epílogo. 141

Prólogo

  El sexo es un tema que en mayor o menor medida interesa a todo el mundo, pero concierne absolutamente a todos porque la energía sexual nos...